Un indicador de la calidad del sistema educativo de cualquier comunidad es la capacidad con que aborda la atención a la diversidad de cada sector de estas. Es necesario asumir la existencia de esas diferencias en la diversidad de nuestro alumnado en las aulas y proceder consecuentemente a ajustar las respuestas a las posibilidades y capacidades de cada uno de ellos.
Tal como establece el Decreto 101/2023 de 9 de mayo, por el que se establece la ordenación y el currículo de la etapa de Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Andalucía, en su artículo 17, “se entiende por atención a la diversidad y a las diferencias individuales el conjunto de actuaciones y medidas ducativas que garantizan la mejor respuesta a las necesidades y diferencias de todo el alumnado en un entorno inclusivo, ofreciendo oportunidades reales de aprendizaje en contextos educativos ordinarios”. (p.12)
La respuesta al alumnado con altas capacidades se debe realizar prioritariamente en el contexto del centro escolar y siguiendo un currículo lo más flexible posible. Éste les ofrece continuidad a lo largo de los años de su escolaridad poniendo al alcance del alumno/a las acreditaciones necesarias que le permitan una incorporación laboral en el futuro.
Además, “estos alumnos/as de Altas Capacidades necesitan tener lugares y momentos de encuentro con otros compañeros/as que presenten intereses, motivaciones y capacidades parecidas. Donde no se noten excesivamente las diferencias en los ritmos de aprendizaje, donde puedan realizar sus propios proyectos, crear, dar libertad a sus ideas y poderlas concretar, innovando y emprendiendo. Si esto se puede desarrollar en el centro, mucho mejor, pero sin perder la referencia de su grupo clase” (Artiles – Hernández, 2019, p.5,).
Aterrizando en nuestro centro, la idiosincrasia de este, en completa consonancia con el paradigma inclusivo actual, así como con los Principios del Diseño Universal para el Aprendizaje, nos invita y nos compromete a implementar una respuesta educativa globalizadora, la cual colme las expectativas de éxito de todo el alumnado, entendiendo e interiorizando la diversidad como un valor de enriquecimiento mutuo, además de promover “la consideración y el respeto a la diferencia, así como la aceptación de todas las personas como parte de la diversidad y la condición humana” (Decreto 101/2023, p.13).
Según recoge la orden de 30 de mayo de 2023, por la que se desarrolla el currículo correspondiente a la etapa de Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Andalucía, se regulan determinados aspectos de la atención a la diversidad y a las diferencias individuales, se establece la ordenación de la evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado y se determina el proceso de tránsito entre las diferentes etapas educativas, en sus artículos 30 y 37 respectivamente, el alumnado que presente Altas Capacidades Intelectuales podrá ser destinatario de cursar un Programa de Profundización para el alumnado con Altas Capacidades Intelectuales o una Adaptación Curricular para el alumnado con Altas Capacidades Intelectuales (ACAI), siempre y cuando no se haya obtenido una respuesta eficaz con las medidas de carácter general de atención a la diversidad.
Como no puede ser de otra manera, dichos programas de profundización pretenden reflejar las enseñanzas de nuestro fundador, Marcelino Champagnat, quien abogaba por “la buena educación de los niños; pidiendo que se les ame, y se les ame a todos por igual. Ahora bien, esto supone la entrega absoluta a su formación y el uso de cuantos medios pueda sugerir un entusiasmo habilidoso para infundirles la piedad y la virtud”. Además, teniendo siempre presente que “el espíritu de una escuela marista es el espíritu de familia”.
Por todo ello, el objetivo principal es ayudar y empatizar con el prójimo dando una respuesta a la diversidad acorde a las necesidades de todos los discentes, aprovechando el potencial que cada uno posee, tanto el emisor como el receptor de dichos programas. Por consiguiente, se fomentará la elaboración de recursos que den respuesta a dichas necesidades, existiendo una bi-direccionalidad en el proceso de E-A, ya que el alumnado que presenta altas capacidades será consciente no solo de la utilidad de los recursos elaborados, sino de la importancia de ponerse, ante todo, en el lugar de quienes más nos necesitan, para de esta forma, saber cómo responder a sus demandas.
En definitiva, con la presente propuesta se pretende promover una verdadera educación en valores, competencial, partiendo de la realidad más inmediata de nuestro alumnado y concienciando acerca de la diversidad existente en los diferentes ámbitos de nuestro día a día.